martes, 26 de marzo de 2024

Honda noche.

 Es la honda noche,

 avanzando por las dunas del tiempo

por la sangre que extraño

por el calor que siempre fue mío.

Desde los acantilados de ese amor

miran los ojos ardidos

la oquedad, lo ajeno, el abismo.

Silban los vientos haciendo espirales de tierra seca

cantan que ya no estás

que mi forma ya no está en tus manos.

La ausencia ahora hecha de arcilla

duerme en el fondo del afluente

en los charcos del llanto anterior

en la honda noche.



Constanza Everdeen.

sábado, 2 de marzo de 2024

Deshielo.

Como esas estrellas que brillan y ya están muertas

palidece la ilusión en los brazos fríos de la costumbre.

Afuera andan matando árboles y ciervos 

ensuciando con ruido las calles

acallando la sangre con baja violencia.


No basta con oler su sombra

los mil vestidos del miedo ante la suerte del espejo

roba los sueños ante un dios debilitado.


Algo que grita y no puede ser escuchado

algo que quiere y todo le son las noches

soñar otra claridad junto a la ventana

que seque las lágrimas al poema

que traiga otra primavera

otro deshielo del alma.



Constanza Everdeen.

viernes, 1 de marzo de 2024

Y así, hoy.

Debería llover

cada vez que me falta el aliento

y así se abrieran campos de lavanda

en el espacio donde se dibuja 

el camino hacia dentro.


Debería ser un beso

la puerta engalanada de luciérnagas y flores

la que anunciase la entrada

a lo más infinito y real de un secreto.

Y así todos los extremos y apéndices de la vida

acariciasen sin tiempo

la carnalidad del cuerpo.


Deberían ser las palabras

hilos de humo, de fuego

las que tejiesen la historia

entre la luz del día

y las íntimas sombras de la noche.

Y así se hiciera valiente la complejidad del ánima

ante el sencillo amor que te habla.

El único que habita aquella aldea.


Constanza Everdeen.

lunes, 15 de enero de 2024

Llamas, llamaradas.

Si eres tú acercándote en un beso

y se levanta una bruma insólita

nube de polvo de esporas

adhiriéndose a mi cabello,

sé cuidadoso en los rincones

donde guardo los libros viejos.


Si rozas con tu aliento los espejos

dibújale a la sangre un camino nuevo

con la astucia de tus dedos, con miedo

limpia de huesos el suelo sobre el que levito

vuelve a nacer en la garganta de un dragón

sé lengua, llama, llamaradas.


Si caminando las brasas, los recuerdos

eres hombre aparecido entre los vapores

punto de luz a través del tiempo

invoca lo que fulmina los zarzales del pensamiento

siente el dolor, la belleza de las espinas

alcanza la suavidad de estos pétalos que te dejo.



Constanza Everdeen.




 


sábado, 9 de diciembre de 2023

La libertad que nos separa.

Querida amiga:

voy caminando evidencias, las aguas criminales

soy un barco de velas remendadas 

cruzando los charcos, creando ondulaciones

en esta realidad que llueve sueños heridos.


Mis pies ahora son más fuertes que las piedras

ahí, en las partes hundidas del sendero

ya no hay trincheras, ni trampas

ahora son otras huellas 

en otra travesía andada.


Alzo la vista 

y veo raíces de las que no puede crecer nada

dejo caer la mirada 

sobre el avance musical de mis pasos

entre lentos parpadeos me contempla el paisaje 

abriéndome en el pecho una vereda animal

no tan lejos, ni tan difícil

la libertad que nos separa. 



Constanza Everdeen.

miércoles, 6 de diciembre de 2023

Balasto.

Es tan fuerte la hiedra que crece del dolor enterrado

tan altos los muros de esa frontera

es tal la distracción en los ojos de las estrellas

que sueños y soga hacen el nudo decisivo

donde expiran los trenes del porvenir.


En la estación, un reloj que nació parado

y maletas llenas de hojas vacías

también unos zapatos nuevos y antiguos

que no irán al baile, ni  pisarán la tragedia.


En el hierro de estas vías no está tu presentimiento

ni la fuerza, ni el vapor en los cristales

y es imposible distinguir entre el humo y el final.


Quizá hoy es el día en que la decisión se marche

con su boca callada, saltando por las traviesas

despertando entre durmientes y piedras

y otra vez, otro valor 

falte a la cita.



Constanza Everdeen.

domingo, 3 de diciembre de 2023

La quietud de las cabras.

Ahora consigo llorar

lloro las cosas quietas

y es otro el sabor del vino

nada se oculta en su copa

todo se mueve en la sangre.


La piel, libre de ajenos abrigos 

es el calor que dejaré en herencia

dentro, escribo sobre la aspereza de la luz

sobre las vetas que endurecen la vida

acerca de la lejanía sin distancia.


El silencio ahora es más silencio

algo más sé, no necesito saber mucho

y aunque no siempre escucho esa voz

que nace de lo más hondo de la cripta

a las cabras también les pertenece el pasto.



Constanza Everdeen.